La caridad cumple un papel fundamental en la defensa de los valores y en impulsar el trabajo que promueve las Naciones Unidas, subrayó el Secretario General en un mensaje por el primer Día Internacional de la Beneficencia.
Ban Ki-moon apuntó que la donación de tiempo o dinero, el compromiso de voluntariado, los actos de amor y compasión, son expresiones de solidaridad global que contribuyen a la búsqueda de la harmonía y la paz para todos.
No obstante, dijo Ban, la beneficencia es a veces desestimada como ineficiente, inapropiada y hasta degradante para el beneficiario.
En ese sentido, el Secretario General llamó a reconocer esos esfuerzos como una empresa noble destinada a mejorar la condición humana.
La beneficencia puede contribuir a la promoción del diálogo, la solidaridad y la comprensión mutua entre las personas.
Un hombre descansa sobre una bolsa de arroz distribuido por Qatar Charity para las personas
desplazadas internamente (PDI) afectados por las inundaciones y el conflicto del clan en Jowhar, Somalia,
12 de noviembre de 2013. Foto de la ONU: Tobin Jones
La beneficencia puede aliviar los peores efectos de las crisis humanitarias, complementar los servicios públicos de atención de la salud, la educación, la vivienda y la protección de la infancia.
En reconocimiento del papel de la caridad a la hora de mitigar el sufrimiento humano, así como el de las organizaciones de beneficencia y el de los particulares, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución A/RES/67/105 , decidió designar el 5 de septiembre, aniversario de la muerte de la Madre Teresa de Calcuta, Día Internacional de la Beneficencia.