“No se trata de cambiar la ley sino de ampliarla, establecer zonas donde poder trabajar, independientes o comunes”, comenta Antonio Larrea, CEO de The Food Trucks Club.
En ciudades como Nueva York, Londres o Berlín, entre otras, los foodtrackeros pueden ubicarse en la calle siempre que cumplan con los requisitos de venta ambulante, pero en España la movilidad queda limitada a los festivales, eventos (bodas, cumpleaños…) o ferias gastronómicas.
Las licencias, tanto de ocupación de espacio público como de sanidad, son necesarias para que exista una regulación pero quienes se deciden por este negocio también han de sentirse amparados ante la ley. “Solo los puestos de castañas, churros y helados lo están”, añade Antonio.
De ahí que cada vez sean más las plataformas que luchan por los derechos de los foodtrackeros y por lograr una mayor visibilidad en las calles.
¿Qué ocurre con el vacío legal respecto a la venta ambulante?
Leire Pérez y Aitor Apraiz, promotores de Foodtruckya.com, explican que se trata de “un mercado virgen en el que las reglas aún no están definidas. ¿Cómo lo hago? ¿Dónde voy? ¿Cómo empiezo?”.
Según explican, los principales aspectos en los que existe un gran vacío legal son la ocupación del espacio público y la sanidad. El primero, que atiende a la venta ambulante o no sedentaria, estipula que es tarea de los ayuntamientos regular dónde y cuándo se puede ejercer. “Aquí es donde reside el reto porque no saben cómo vigilar el ejercicio de esta nueva actividad de food trucks, quedando relegada a eventos puntuales y con un permiso gestionado por una empresa organizadora”.
En cuanto a la sanidad, el reglamento europeo vela por la higiene de los productos alimenticios en la comunidad europea y cada comunidad autónoma exige de forma diferente su cumplimiento.
¿Qué requisitos se necesitan para empezar a circular con tu food truck?
Lo primero de todo es obtener el carné de manipulador de alimentos, darse de alta en el IAE (Impuesto sobre Actividades Económicas) para fijar la actividad económica (ahora, modelo 036), tener el certificado que demuestre estar al corriente de pago en la seguridad social y las tasas municipales, un seguro de responsabilidad civil, realizar declaraciones trimestrales de IVA, llevar la contabilidad y pagar el IRPF correspondiente.
Por su parte, el food truck ha de estar homologado y con certificación veterinaria. Para trabajar en un lugar concreto, se deberá solicitar un permiso en ese ayuntamiento que decidirá dónde, cuándo y la franja horaria en la que podremos obrar.
¿Qué ventajas y desventajas puede ofrecer un food truck?
La principal ventaja de montar un restaurante en una caravana es su movilidad. “En las ciudades en las que está permitido, puedes ir con tu food truck donde quieras y, en el caso de España, te permite «transportarlo» a bodas, eventos, conciertos…”, apunta Pierre-Julien, co-fundador de SigaelFoodTruck.
Esta idea de negocio mantiene una estrecha relación con el trato directo al cliente, la espontaneidad, la manera informal de consumir la comida, el ambiente, la música… “Como emprendedores, te da mayor agilidad y te permite iniciar un proyecto con menor coste y menor gasto”, añaden los promotores de Foodtruckya.com.
Pero es cierto que tiene un gran enemigo, la climatología. El tiempo influye en las personas a la hora de “salir a comer fuera”. Y, otro de sus posibles inconvenientes es el espacio que ofrece un food truck para almacenar los productos. La posibilidad de tener un gran almacén no existe.
En lo que todos coinciden es que se trata de un negocio innovador en el que hay que ser valiente, echar la carne en el asador y demostrar que la cultura food truck puede triunfar en las calles españolas.
Fuente: ADRIANA JIMÉNEZ.http://www.rtve.es/