Una mala experiencia puede condicionar nuestra percepción de un vino para siempre y en la mayoría de los casos se debe a una falta de información sobre cuestiones más bien básicas.
Os detallamos una escueta guía para tener en cuenta a la hora de comprar vino para poder elegir bien, sin llevarse sorpresas,
Este cartel que nos enseña de una manera muy sencilla que copa deberíamos tener en casa para el uso de cada vino.
Los blancos ¿Sólo del año?
Esta generalización tuvo su probable origen en la década de los 80´s. Los blancos se sacaban al mercado cada vez más temprano y se consumían en el año, convirtiéndose en una tendencia que caló fuerte en el consumidor pero que hoy en día no debería tener vigencia.
A los blancos con trabajo sobre lías o crianza en madera se les presupone buena capacidad de guarda. De hecho, están pensados para disfrutarlos a partir de su segundo año de vida e incluso esperar más años para que puedan evolucionar.
Si el vino tiene posos ¿Le pasa algo malo?
Los vinos que precipitan no tienen ningún problema. Suelen ser vinos que se elaboran con poca intervención, sin filtrar, estabilizar o clarificar. Lo ideal es decantarlo, o en todo caso, tener cuidado para que en la última copa no se vierta lo que quede de la botella.
Los vinos ¿Siempre a temperatura ambiente?
En casa, si el vino se sirve muy frío tienda a pasar desapercibido y no se llega a apreciar bien su nariz y matices.
Lo ideal es servir los tintos entre 14º y 16ºC y los blancos entre 7º y 9ºC.
El tapón de rosca ¿Sinónimo de vino barato?
En España somos reticentes al tapón de rosca porque los asociamos injustamente a vinos de poco nivel. Nada más lejos de la realidad, la rosca es una opción para muchas bodegas y podemos encontrar hoy día grandes vinos con tapón de rosca, especialmente cuando se trata de vinos blancos alemanes,australianos o neozelandeses.
Los Reserva ¿Son siempre los mejores?
Mucha gente piensa que un Reserva es sinónimo inequívoco de buen vino. Crianza, Reserva o Gran Reserva, hace referencia al tiempo de crianza en madera de los vinos, nunca a la calidad final de los mismos. Los Crianzas por lo general aportan más fruta y una boca potente. Los Reservas en cambio tienden más a los aromas terciarios (cueros, tabacos, ahumados) y en boca suelen ser más largos y con los taninos pulidos. Es una cuestión de gustos.
Botellas ¿De pie o acostadas?
La recomendación es que siempre se conserven en horizontal por una sencilla razón: el corcho necesita humedad para permanecer expandido y así evitar el paso del oxígeno al interior de la botella. Con una salvedad, cuando se trata de espumosos, lo mejor es almacenarlos de pie para que con la presión y el carbónico no se desintegre el corcho.
Información básica que nos ofrece la etiqueta de la botella de vino
Los puntos ayudan a la hora de elegir pero si no se conoce el vino en cuestión no deberíamos lanzarnos a comprar una caja.
Recordemos que los catadores son personas y al igual que nosotros, tienen gustos particulares. Si sus gustos coinciden con los nuestros, podríamos comprar a ciegas dejándonos llevar por su criterio.
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